¡Hola acompañantes del camino!
Llevo un tiempo escuchando que hay mucha gente que se piensa que la psicología positiva, el ser positivo, significa que todo va bien. El no ver los problemas, hacer como que no pasa nada o mirar hacia otro lado, y ¡no! Y nada más lejos de la realidad
En la vida todo el mundo tenemos problemas, todo el mundo sentimos ansiedad de un momento dado o nos sentimos tristes. Y el ser positivo no tiene que ver nada con que todo va bien, flower power.
El ser positivo no es más que aceptar las cosas que nos ocurren y buscar soluciones potenciadoras. Y como digo siempre aceptar no significa resignarse, simplemente que algo ha sucedido y yo no puedo hacer nada a priori para cambiarlo, es decir, no puedo dar marcha atrás en el tiempo, pero si puedo centrarme en buscar soluciones.
Y para ésto el ser positivo. Si yo me centro en las soluciones, y en soluciones buenas, más potenciadoras, automáticamente mi cerebro estará buscando esas soluciones. De esto se encarga el SAR, el Sistema de Activación Reticular.
Sabemos que el cerebro es una máquina de búsqueda, pero tenemos que tener claro lo que buscamos. Ser concretos, específicos. Ésto es lo que hace que el SAR se ponga en marcha. A lo largo del día recibimos muchísima información, dicen que unos 8 millones de bits. No alcanzo a saber cuanto es eso, pero lo que si se sabe, es que el SAR actúa como un filtro ante toda esa información que recibimos.
Por esa razón es tan importante dónde pones tu foco. Tener un foco positivo.
Seguro que conoces a alguna persona que en algún momento ha dicho… ¡Sabía que esto iba a salir mal! Perdona, pero ¡claro que lo sabías! Tu SAR está enfocado en esa información, y es lo que tienes. No hay nada raro, místico, espiritual en todo esto (o quizás si, no lo sé) pero de lo que si estoy segura es que predispones tu cerebro.
Tus emociones y tus pensamientos te llevan a una acción específica y ésta a unos resultados claros. No hay más.
Por otro lado otra de las aplicaciones de la psicología positiva es aprender a detectar tus fortalezas y potenciarlas.
Como puedes ver, el ser posistivo va mucho más allá de creer o hacer que todo va bien. No, existe el fracaso, las decepciones, la tristeza, la ira, el miedo… pero tú eliges el foco que le das.
El fracaso, ¿Es fracaso o un aprendizaje?
¿El miedo sólo te limita o te dice que te faltan recursos para afrontar la situación?
¿La ira es negativa o sólo te está diciendo que es hora de poner límites?
Yo, personalmente acepto lo que siento, lo siento (es decir no huyo de lo que me incomoda), escucho lo que me quiere decir, y posteriormente pongo el foco en continuar. Pero no lo evito, sino que lo gestiono.
Pregúntate ¿Para qué me pasa esto? ¿Si hubiera algo de bueno en todo esto, qué sería?
Cambia tu Foco, Cambia tu Vida
Miriam
Buena reflexión. Aún recuerdo cuando me decían que no contase que soy disléxica porque podía cerrarme puertas y resulta que los disléxicos tenemos la creatividad mucho más desarrollada y en mi profesión, diseñadora gráfica, esto es un plus y no un defecto. Algo que algunos ven como negativo, de un modo natural, yo le he encontrado el camino positivo.
Muchas gracias Míriam por compartir este artículo tan interesante. Estoy totalmente de acuerdo contigo, ser positivos no significa que estemos siempre modo flower power. Ser positivos es centrarnos más en las soluciones que en los problemas. Todo es cuestión de enfoque y del significado que le damos a las cosas. Enhorabuena por explicarlo tan bien y con autenticidad. Un abrazo preciosa.
Paqui Salazar.
Estoy totalmente deacuerdo contigo! La felicidad no tiene que ver con estar eufórico y feliz todo el tiempo, ante todas las situaciones. Debemos tener la madurez para saber enfrentar las situaciones difíciles y aceptar y asumir el fracaso, sentir la tristeza, que por algo existen y seguir adelante con ello. Gracias por recordarlo =)
Mientras te leia se me vino a la mente un mensaje del hermano David Steindl-Rast que dice que no hay que ser felices para ser agradecidos sino que es al reves… ser agradecidos para asi ser felices. Ponerse en una actitud positiva hace que veamos las cosas desde otra perspectiva, no hay duda.
Y rescato la importancia de la aceptación (que no es resignación) de las circunstancias que vivimos, de las personas que nos cruzamos, de los sentimientos que tenemos. Al aceptarlos y recibirlos tal cual son, podemos decidir cómo nos paramos frente a esa realidad
Un abrazo!!!.