Las emociones… a mi personalmente es un tema que me apasiona.

¿Te has dado cuenta de que a la hora de referirnos a las emociones las clasificamos en negativas y positivas? Y aquí yo te pregunto… ¿Realmente hay emociones positivas y negativas?

Quizás pienses, hombre Miriam, hay algunas emociones con las que me siento hecha una mierda… Es verdad, eso no te lo discuto. Pero vuelvo a preguntarte, ¿Realmente es una emoción negativa?

Bajo mi punto de vista hay emociones que como he dicho arriba, nos hacen sentir como una mierda… si, vamos ha hablar claro, nos hacen sentir faltal. Pero más allá de que nos hagan sentir mal, ¿Tienen alguna función? O nos hacen sentir mal de manera gratuíta.

Querid@ amig@, tengo que decirte que todas las emociones tienen un para que. ¡Son regalos! Información, aunque en ocasiones esa información nos duela o nos cabree un poquito.

¿Qué te viene a la cabeza cuando hablo del Miedo? El miedo es una emoción que nos hace sentir realmente mal… Los que me conocéis sabéis que he sido una persona muy miedosa, en especial esos miedos se acrecentaron cuando fuí madre. Quizás a más mamás os haya pasado lo mismo que a mi, tal vez a algunos papás también. En esos momentos que me ocurría esos ataque de miedo no entendía. De hecho, me decían algo típico. “Para superar un miedo, hay que enfrentarse a el” Y yo, como persona valiente que soy, me enfrentaba a mi miedo, pero… ¡Me ponía peor! Ays… Quizás es que ha sido que lo he hecho en un mal momento… Voy a intentarlo otra vez… ¡Pero no!

¿Qué es lo que me pasaba aquí? Pues muy bien, que el miedo me estaba diciendo que me faltaba un recurso para poder superar esta situación. Y cierto era que necesitaba trabajarme la seguridad. En el momento en el adquirí ese recurso y llegó el momento de enfrentarme a ese miedo… ¡Pude superarlo!

Por este motivo te invito a que te preguntes: ¿Qué necesito para abordar esta situación? Y también puedes darle las gracias porque ha venido a avisarte de algo que necesitas.

Si seguimos en esta ruta de las Emociones aparentemente negativas, aparece la Tristeza. Todos nos hemos sentido en algún momento de nuestra vida tristes. Cuando la tristeza viene a nosotros es hora de preguntarse… ¿Qué he perdido? Probablemente sepas que es lo que has perdido… Si no lo sabes, escucha tu tristeza. Una vez que hayas identificado esa pérdida, es momento de trabajarla para liberar la carga emocional.

Y continuando nos encontramos con el Enfado. Esta emoción hace que nos sintamos bastante mal, ya no solo por como se siente nuestro cuerpo físico, sino también por como nos sentimos cuando nos relacionamos con alguien desde esta emoción. En muchas ocasiones herimos a las personas que más queremos por estar viviendo esta emoción.

Quizás te preguntes, ¿Qué puede tener de positivo esta emoción? Nos está avisando de que tenemos que poner límites. Aprender a decir que no, que no te gusta que te traten de tal forma, que esto te ha dolido y no quieres que vuelva a pasar… Te está diciendo que te tienes que expresar y no dejar que sobrepasen tus límites.

Y aquí te voy a decir qué es lo que puedes hacer para desactivar cuando te pilles sintiendo el enfado. Simplemente párate y observa tus sensaciones corporales: Tus manos, tu mandíbula, el estómago o tu respiración. De esta forma, poco a poco irás desactivando tus pensamientos, esos que alimentan tu enfado.

Y por último vamos a hablar del Asco. No hablo de que haya alguna comida que te de asco. Hablo de una situación que te causa Asco, que se te revuelven las tripas cuando la ves o escuchas. Aquí podemos hablar de temas relacionados con la política o con la moralidad, como por ejemplo una violación o el drama que ocurre con los refugiados.

En este caso ¿qué me está queriendo decir esta emoción? Te está diciendo que hay un valor tuyo que choca contra este hecho que está ocurriendo, y que literalmente te revuelve las tripas. Se trata de un rechazo. Probablemente esta emoción traiga alguna otra detrás de ella.

Muy bien, como podrás observar estas emociones que en un principio hemos comenzado con decir que son negativas, después de saber la función tan importante que tienen, ¿Vas a seguir denominándolas negativas? Yo en mi caso, prefiero llamarlas Limitantes, porque es cierto que nos limitan nuestra vida pero nos dan una valiosa información.

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¡Estaré encantada de compartir este viaje contigo!

Seguimos caminando

Miriam